HISTÓRICO PUERTO MINERO CUNA DEL NORTE GRANDE CHILENO CUMPLE 162 AÑOS

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Entre los años 1835 y 1840 el reconocido héroe de la independencia, notorio comerciante e importante explorador minero chileno avecindado en Copiapó, don Diego de Almeyda de Aracena y Godoy, comienza las primeras exploraciones hacia el interior de Taltal.

Almeyda encuentra, entre otras, la mina de cobre de Canchas,a la que bautiza como la Taltalina. Sin embargo, no se queda en estas tierras, siendo su amigo el también empresario minero y ex Mayordomo (administrador) de las minas de la Familia Gallo en el mineral de plata de Chañarcillo, el copiapino José Antonio Moreno Palazuelos, quien hereda estos hallazgos. Moreno  ampliando la actividad minera hacia el norte de Paposo y desarrollando las minas de Canchas.

De esta forma, asociado al inicio de la explotación de cobre y debido al alto número de barcos de carga sin permiso oficial que atracaban en sus costas para retirar el mineral, Moreno solicita la habilitación oficial del Puerto de Taltal, lo que fue concedido por Decreto Supremo el 12 de Julio de 1858.

Sin embargo, no es hasta 1876, con el desarrollo de la minería del salitre y la apertura
de 21 oficinas salitreras en el entonces denominado Cantón de Taltal, que comienza el
auge de la ciudad homónima.

Posteriormente, el empresario salitrero expropiado por el gobierno peruano en Tarapacá, Daniel Oliva Figueroa, fue el primer chileno en exportar salitre embarcando en enero de 1879 desde la famosa Caleta Oliva, ubicada a 20 Km al norte de Taltal solo un mes antes del desembarco y toma de Antofagasta. Este empresario impulsó la creación del departamento de Taltal, siendo elegido primer alcalde del puerto de Taltal en 1885.

El desarrollo salitrero, como en el resto del norte de Chile, trajo consigo crecimiento y modernización, lo que se refleja en la inauguración en 1882 del ferrocarril de la empresa inglesa The Taltal Railway Co, que unía el Puerto de Taltal con la estación de Cachinal de la Sierra y que desde ahí extendía sus ramales a todas las oficinas salitreras cercanas.

Durante el auge del salitre la ciudad llegó a tener más de 30 mil habitantes,
consulados, siete muelles de embarque, cuatro de pasajeros y fue el tercer puerto

salitrero del norte de Chile en importancia, comenzando un largo periodo de decadencia luego de la desapercibida invención del salitre sintético por los alemanes en 1919, presionados por el embargo de esta materia prima de la pólvora durante la primera guerra mundial.

La riqueza derivada de la explotación salitrera permitió desarrollar equipamiento e infraestructura urbana, tales como edificios, muelles y teatros; muchos de los cuales aún hoy se pueden apreciar y visitar, a pesar del deterioro del tiempo y la escasa inversión en conservación realizada hasta la fecha, a pesar de que Taltal es considerada como destino emergente de turismo de intereses especiales.

Actualmente Taltal vive principalmente de la pequeña y mediana minería de cobre, la que es amenazada por los vaivenes del mercado de metales y la aparición de sustitutos como el grafeno. La pandemia de Sars-Cov 19 también ha puesto el ojo sobre el sector minero por la población flotante que congrega, registrándose contagios al interior de la faenas en operaciones en la comuna, debido a la movilidad interregional producida entre sus trabajadores.

Existen varios proyectos en desarrollo sobre el tema patrimonial los que junto al nuevo plan de cultura municipal están enfocados en potenciar el desarrollo del turismo cultural y deberían servir para afianzar un desarrollo sostenible del territorio.

Como medio esperamos sinceramente que la crisis sanitaria Covid-19 no afecte las inversiones planificadas en demasía, pero se requerirá una defensa activa de estos proyectos por la comunidad taltalina que está llamada a involucrarse. Valga este tiempo de reclusión voluntaria en los hogares para reflexionar y mirar hacia el horizonte futuro.

Ya habrá tiempo más adelante de reunirse a celebrar y juntos poder gritar de con fuerza ¡Viva Taltal!