La medición del valor que las economías creativas tienen para el país es una tarea bastante compleja, no solo porque los productos y bienes creativo-culturales son altamente dinámicos y heterogéneos, sino que también en que el aporte que realiza este sector contiene, además de valor económico medible, un aporte simbólico y material, que se traduce algunas veces en mejoras en el desempeño del resto de la economía, pero a través de canales y dinámicas muy complejas e indirectas, por lo que muchas veces son difíciles de capturar cuantitativamente. A modo de ilustración, tomando como ejemplo la producción cinematográfica, por un lado existe un desempeño económico claramente identificable con la venta de entradas al cine, pero no tan claramente un desempeño económico asociado al posicionamiento internacional logrado por una película que promueve la imagen país.
Según nos declara Rojas ante nuestras consultas, “las actividades culturales y creativas se transforman más bien en quijotadas la mayoría de las veces, los apoyos son escasos”. “Siempre será complicado desarrollar industrias creativas en las diferentes latitudes, ahora lo que pasa que en regiones se hace más complejo, porque todas las industrias están radicadas en Santiago: ahí están las grandes empresas, los grandes sellos y grandes mercados de productos culturales”.
El gestor explica que, «en la diversidad del país tenemos diferentes culturas y cada cual tiene su valor: nosotros aquí en el norte la hemos explotado… tenemos una individualidad correspondiente a ello y un gran patrimonio por seguir desarrollando”, y señala que “la Ley de Donaciones Culturales debería estar abierta a todo tipo de instancias que aporten, porqué el emprendimiento y las empresas que genera ayudan a sostener la industria cultural con puestos de trabajo estables”.
Agregó que «los fondos no son suficientes y las modalidades concursables hacen competir a los diversos actores: si queremos realmente tener una industria creativa fuerte, que potencie la empleabilidad y sea parte del proceso productivo de una región; que genere desde nuestra lógica, perspectiva e historia pero también enfrente los desafíos de futuro, tenemos que llegar a un acuerdo transversal: La industria creativa existe y hay que fomentarla, apoyarla e incentivarla.” En especifico sobre la ley de donaciones culturales enfatizó, “creo que ley Valdés es conocida, pero es un poco complejo entender su proceso de selección, hay poca información y entran dentro de una lógica nacional. Falta difusión de como mejorar la postulaciones” finalizó Rojas.
Los dejamos invitados a revisar aquí la videoentrevista completa
Por Lilyan Pizarro