No exento de polémicas fue el inicio de la feria minera “EXPONOR 2019” este lunes 27 de Mayo en Antofagasta, Chile.
Nacida en 1985 como EXPOIN, este evento ha mostrado un importante crecimiento en el tiempo, siendo actualmente una de las exhibiciones más importantes de su tipo en el mundo, pero presentando aún diversas brechas transcurridos ya 30 años. Quejas por no habilitación de accesos ni estacionamientos para discapacitados, la casi nula presencia de basureros diferenciados para reciclaje y una muy escasa presencia de la cultura local son algunos de los puntos débiles que el público nos manifestó y de los cuales nuestro medio se percató en terreno.
Que decir de la manifestación pacifica del movimiento “Atacama somos Todos” durante la inauguración, con banderas negras y pancartas, exigiendo no ser otra zona de sacrificio humano. La agrupación mayoritariamente compuesta por habitantes originarios de los diversos poblados del Salar de Atacama, protestó por la extracción desmedida de agua para uso industrial, mayoritariamente en la industria del Litio, hecho que no pasó inadvertido y que termino con dos detenidos.
El evento, que tiene como uno de sus objetivos reactivar la industria minera, espera una concreción de negocios cercana a los 800 millones de dólares.
Según señaló Marko Razmilic, presidente de la Asociación de Industriales de Antofagasta las empresas de la República Popular China, invitada de honor de este año, arribaron en una enorme delegación y esperan concretar importantes negocios.
La inauguración fue encabezada por el intendente Marco Antonio Díaz y contó con la presencia del ministro de Minería Baldo Prokurica, la alcaldesa Karen Rojo y diversas autoridades regionales.
Al respecto de los beneficios y ganancias que deja el evento en otros polos productivos el seremi de Economía Ronie Navarrete dijo que «tenemos una amplia gama de atractivos en la parte gastronómica, hotelera, comercio minorista, nuestras pymes se ven favorecidas y esto trae ingresos e inversión a nuestra región». Nosotros creemos lo mismo, pero se necesita trabajar sobre aspectos profundos del espíritu local para tener una real alternativa viable a mediano plazo.
En nuestro recorrido buscamos empresas que entiendan que el futuro de esta región y el mundo, si hay alguno, no se puede medir solo en beneficios económicos y que una verdadera responsabilidad corporativa parte por comprender que es necesario un cambio cultural para alcanzar un desarrollo sostenible. Encontramos propuestas interesantes en sostenibilidad, productos ecoamigables y también una buena dosis de simpatía. Es un buen comienzo…
