ANTOFAGASTA SOBRE UNA BICICLETA: EGOISMO Y ESCASA CONVIVENCIA VIAL

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Como primera entrevista de nuestro proyecto FFMCS 2025 “Moverse por la Perla” contactamos a Carolina Toro, arquitecta y miembro del colectivo “Pedalea Autonomía”, quien nos declaró: “La ciudad está colapsando porque no está pensada para albergar tanta cantidad de automóviles. Cada familia, como ciudad minera, tiene entre dos a tres autos. Una persona o dos en un auto ocupan mayor espacio en relación a lo que puede usar la bicicleta o el transporte público. El tema de pistas solo buses acá no se ha implementado y que paren dos veces en una cuadra desincentiva a usarlos. Las personas están priorizando la comodidad del automóvil. En el tiempo del COVID la bicicleta tuvo un rol importante. Hubo un incremento de su uso a partir del aislamiento social.”
“Muchos autos me han “piteado” o me han dicho “usa la ciclovía”, pero si no existe ciclovía mi lugar es la calzada. La ciclovía es el espacio seguro que tenemos los ciclistas para transportarnos, pero tiene que ser una red conectada para que más personas puedan trasladarse por la ciudad y no solamente en la costanera. La autoridad canceló el proyecto de ciclovía que se estaba ejecutando y ese acto permite que algunas personas sientan que la bicicleta no es importante. Están generando nuevos estudios, sobrediagnosticando y no generando acciones concretas. Espero que los próximos gobernantes tengan una visión más a largo plazo”, aseveró la arquitecta.
Carolina confirma que: “El individualismo ha imperado. Que no se quiera compartir la calle con los ciclistas es un acto súper egoísta. Piensan que la ciclovía es un espacio que quita espacio al automóvil pero finalmente: ¿de quién es la calle?, ¿es solo del automóvil o es un espacio compartido y democrático?. Por otro lado, la calle no es un estacionamiento privado. Tampoco se respeta la velocidad máxima de 50 kilómetros por hora. Es bien machista y masculino el tema del auto. Estadísticamente son  más hombres los que manejan. Desde la perspectiva de mujer, siento que hay mucha violencia vial. Muchas mujeres no se atreven a salir a la calle por esto mismo: más allá del atropello también está el acoso”.
“Cómo nos movemos las mujeres en la ciudad nadie lo ha abordado realmente, ya que no solamente se dedican a su trabajo sino que también a los cuidados. Es una movilidad muy diversa y la política pública, y finalmente el transporte, no lo está abordando” enfatizó la profesional.